En boca de una mujer, el lamento.
En boca de una mujer, el lamento por la amistad suena agridulce, como los recuerdos, como el vacío, frío e inerte, como las hojas del Otoño tardío como un beso a distancia con los ojos abiertos y el alma desabrochada. Un quejío flamenco entre las notas de una guitarra como un tango triste y melancólico como la melodía de los sueños como un niño sin zapatos caminando entre los claroscuros de un bosque de hombres extraños. Ni el viento pudo contigo ni la mar te llevó consigo ni mis recuerdos serán brumas en el tiempo. No se llenarán espacios con otros porvenires por aquellos que se quedaron por aquellos que se fueron por aquellos que nos robaron. No se que será de las palabras al viento sean risas o tormentos sean como sean mis recuerdos tiemblo, siempre tiemblo cuando en boca de una mujer escucho el lamento. El Amor no acabará, Amigo , aunque ya no estés conmigo.