De todas las historias, sin duda, la peor es la tuya y la mía porque no acaba. Una historia sin final es como la ignorancia, el peor de los desprecios, el dolor más profundo que se inflige que se hiere que no mata. Estarás deambulando por siempre con una falta con un hueco insaciable sin saber que pasa por qué no acaba. De todas las historias, sin duda, la peor es la que no termina la tuya o la mía. Una mala serie de capítulos inconclusos con giros en la trama buscando una razón para seguir y, a veces, engancha no puedes dejar de mirarla aunque sea vaga, difuminada o alocada De todas las historias, sin duda, la peor de todas la que no acaba. Adiós no siempre es la última palabra.