La Luna de Tartessos

nI ÁNGEL nI DEMONIO Soy más, mucho más, de lo que incluso puedas desear. A veces almíbar empalagoso que amas acariciar y ser acariciada, A veces, las más, salada claridad, amanecer en una playa desierta y la piel húmeda. Soy más, y más,  más de lo que quisiera, a veces multitud histriónico acróbata de palabras y halagos con primeras y segundas, a veces, crápula al final qué más te podría contar, soy lo que ves, lo que digo y hago y hablo por hablar manipulo y revuelvo, te doy opciones pero no soy quién decido angelito demoníaco con sexo en los labios liante, acaparador de problemas, me los bebo, una tras otra cada historia cada derrota todas las victorias Demonio de suaves alas Ángel de afilada cornamenta Vivo y sagaz para lo que me apasiona Intenso Devorador de sueños Soy muchas cosas, llámame tonto o quiéreme odíame, no quisiera dejarte indiferente, pero no podría explicarte mejor cómo tantas caras en mi interior dejan espacio a tanto Amor. nI ÁNG...

Olivo y Vid, paz y vida. Del espíritu de la tierra, amante del alma, dame pan con oro y sangre para la calma. Soy amante de las bajas pasiones de la salinidad de la tierra que corre por mis venas que fluye perversa que anida en los sueños y fantasías de jóvenes y pervierte con sus tretas. De la Paz de sus suspiros a la Vida entre sus piernas vendimia de mis anhelos que fortalece a niños y viejos. Del Olivo, oro ambar para curar las heridas abiertas de para en par De la Vid, el sustento del alma que olvida las penas De mi tierra, de mi mar; salino, madera y corcho dulce néctar que todo lo puede para la piel, tersa piel, embriaguez de los sentidos que sin ti no soy más que un hombre pobre hombre que hay de él sin un amigo.

Apagad vuestras luces, que no me dejan ver el cielo dejad de iluminar con falsos fuegos silenciar todo aquello que ensordece al universo. Quiero volver a navegar bajo el manto de estrellas y soñar, soñar despierto sin necesidad de velas. Hemos perdido el rumbo y tanta luz nos ciega construimos muros y ya no escuchamos la franqueza del viento ondulando el pelo de las caricias de la brisa sincera. Ya nadie muere mirando la eternidad viendo galaxias de hace milenios las fotos del pasado que brinda el tiempo a millones de años luz donde rigen otras leyes, otras verdades, otros silencios. Quiero, el día que me vaya, que la luna sea mi testigo y si llueve, que sean llantos de estrellas fugaces como la vida misma rodeado de amigos. Si fuera necesario idolatrar una imagen ¿que hay más hermoso que la línea de vida de una madre? láctea surcando nuestro techo ¿cómo negar las vistas de este privilegio? Apagad toda luz, que los niños vean los oníricos deseos del universo...