La Luna de Tartessos

Un beso de olitas saladas un abrazo tierno y sincero y palabras para el consuelo. Una explosión de piriñaca un montón de papelillos por febrero y muchas ganas de volver al cielo. Airecito de levante y de poniente levantando las faldas de vuelo y las ganas a los jovenzuelos. Las cuerdas vibrando las gargantas en celo y el alma echando el resto. Alegrías y llantos aderezado de sal  y agüita clara la mismísima eternidad Cádiz no tiene fronteras Cádiz va con su gente Cádiz se siente Cádiz siempre.

La Locura. Cantando alimento cada febrero cantando todos los días muero y no se más rezo, que mis melodías mirando al cielo. Y no soy más que un niño tarareando entre dientes lo aprendido lo aprendido no es sino locura locura de amores locura de vida la que tengo y la que he descosido entre versos. La Locura consciente e irracional de cada decisión tomada sin rencor ni recelo ni arrepentimiento sin mentira de mi boca sintiendo cada esquirla clavada y asumiéndola propia, no hay más locura que seguir amando La Locura no es pasión ni derrota ni he vencido demonios ni pesadillas canallas La Locura soy Yo. Locura, maldita sea, ¿Qué hay más bello que saberse loco y amarte por ello? La Locura la más bella casualidad bendita claridad de un ateo. Y cuando lleguen mis palabras haz con ellas lo que quieras maldícelas o ignóralas ámalas o devuelvelas al viento con el que te fuiste. Ya no me importa. Yo y mi Locura estaremos aquí siempre. Y termino cantando, ...

Días fríos y templados y calientes noches estrelladas y luminiscentes de la ciudad, la que nos vio partir, y acordes y punteos e inmensas melodías frías, templadas y ardientes. Mis recuerdos no cesarán nunca cuando miro al cielo y la veo y le hablo y le canto y a su protector le pido sueño y sueño. Noches de ventiscas, levantito el loco y brisas de mar a las mañanas junto a tu pecho y con letras, palabras y versos y amor y sexo. Mis recuerdos grabados a fuego y cuando miro al cielo y te veo y te hablo y te pido que vivas tu sueño y sueño.