La Luna de Tartessos

 Tú. Que me empujas a ser libre, A no ser yo, A evadirme, A alejarme, A amar sin ser amado Con perdón del amor. Tú. Que elgiste otra vida Otra guerra Alejada del perdón, Que no me llamas, Que no me amas, Que rompiste mi razón. Tú. Por más tiempo que pase, Aunque pensase Que te conocía Y desease que fuera así, Me sorprendes Y me abrumas, Me desgarras, Me vences y humillas, Y ya no importa Si lo haces a posta O defiendes una amistad  Me dejas solo Con cientos de rostros extraños Con cadáveres por todos lados Sin respuesta ni verdad. Tú Has sido juez y verdugo Y yo con la cabeza entre mis brazos He seguido el paso Mirando al frente Sin ánimo y desangrado. Con los sentimientos olvidados Aflorando en cada esquina, Y yo, Intentando aguantar cada día Consumiendo energía Atento Postergado Viviendo el día a día... No estoy vencido No estoy enajenado Sigo a mi ritmo Sigo enamorado. Tú Solo tú. Tú Nadie más que tú. Solo tú. Tú.

 Después de caído, vencido y roto No hay más camino, senda o horizonte Ni vestidos rasgados para el frío cierzo Que sólo un botón que cierre Los círculos inconclusos de este hierro Después de tantos años aprendiendo Nunca imaginaba como me había equivocado Este reloj seguirá marcando las horas Pero no son las mismas, Las tuyas y las mias, Del todo, al a solas. Llévate las sobras Las sábanas limpias Los besos y las miradas, Yo me encontré un botón Suficiente por ahora Estos trozos están sin recoger en el montón. No tengo la casa limpia Ni cocino platos nuevos No río, ni hago el ganso, Ni doble sentido, ni descanso Ni mis poemas acabo Si hasta mi guitarra aún está sin cuerdas No doy paseos para ser como cenicienta No bailo en la cocina Ni hago lo que no hacía. Por ti. Solo tengo un botón Por ahora suficiente Para no ver el mañana. Sólo espero sorprenderme  al ver de nuevo el alba. El fuego en medio de la lluvia Mirar de nuevo al cielo. Que se apaguen todas las luces Que de todas...