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Mostrando entradas de septiembre, 2021

Rosa al alba

 He pensado largo y tendido Si no es que estoy domesticado. Y por último he concluido Que es así como sabemos distinguir  Tu rosa del resto del jardín. Quizás estuve tentado de decir  Cuánto tiempo he perdido Cuidando una flor sin ser jardinero Pero crearía un malentendido Tal como si mezclamos amor y dinero. Soy responsable de su color Quien distingue, por dónde quiera que vaya, Los matices de su olor Quien limpió cada pétalo con seda Quien regaba con pasión la tierra. Y aún así, mi bella flor, el viento se llevó Y ni el jardín del Edén hayé Quien de mi arrancara el silencio Y hubo de robarme un beso Una fina canción al alba Para acabar con el miedo. Me lo repetiré mil veces mil veces mil Y haré carrera Si lo deseas A lo largo de tu tallo. Haré lo aprendido: Son tus besos el partido Y tus abrazos propietarios De nuevo, apresado, Emocionado y a veces aturdido Desbordado en el imaginario.

Prosa: frente al espejo.

 La Razón, elevando el tono, discutía con el Corazón: - ¡Imbécil! Ahí sigues, lamiéndote las heridas. Y con tu lengua, ávida de dolor, no dejas cicatrizar cada zarpazo y así no paras de sangrar... - Tú, Razón incontestable, pareces no darte cuenta que son tus pensamientos los que hacen que cada herida duela, cada día más, y soy yo quién debe calmarlas con besos y caricias... Después de tanto tiempo escuchándolos en una pelea sin fin, decidí marcharme. Estaba demasiado cansado. Encontré un botón que abría una puerta. Me condujo a la orilla de mi mar. Entonces decidí respirar la brisa fresca, sin pensar. Tomé valor y me introduje en sus aguas. Disfruté cada ola, saboreé la espuma de cada una de ellas, a veces, aún con el sabor de una, tragué de la siguiente y hasta abrí tanto la boca que dos de ellas me inundaron. Sacié mi sed hasta hartarme, pues las olas no dejaban de llegar. No quise más espuma y nadé mar adentro, pero no encontré el sitio donde nacen las olas y tampoco me convert...

Alexitimia.

 Acabo de aprender una nueva palabra y me pregunto si alguna vez sufrí sus significados si alguna vez, en todo mi tiempo, estuve atolondrado me perdí entre las emociones de este cuerpo cansado y confundí lo que mi mente pensaba y lo que mi alma amaba. La alexitimia, mal o cura,  en algún momento deberíamos abrazarla confundirnos y aprender cuando perdemos y saber, en cada momento, lo que sentimos y queremos ser conscientes de cada emoción y volver a soñar hasta el alba y sentir todo lo que el tiempo dura. Quiero saber lo que siento en cada momento pero como saber lo que tengo si antes no has perdido el norte, el sur y el viento. Las palabras que se fueron. Ahora mi brújula apunta en varias direcciones un amor dos emociones tres canciones y la melodía de un sentimiento.