El desayuno en la cama
Si las sábanas hablasen
Describirían las caricias
De la piel y los tejidos tersos
Del perfume y de los besos.
Pinturas mezcladas en cada cuadro
Como nuestros cuerpos entrelazados
Serían los colores cálidos del deseo
Si los espejos te revelaran sus secretos.
Una y otra vez me hundiría en tus gemidos
De la respiración profunda
Al tren de tus vahídos
Y vuelta a empezar.
Mi víbora lengua, espiaría cada rincón
Y las manos que no juegan al azar
Sujetarían tus caderas infinitas
Y tus rodillas junto a las mías.
Enrocado sobre ti una larga palabra
A lo largo de tu espalda
Y los dedos desde el cuello al trasero
Un azote
Te volvería el deseo.
Si el éxtasis continuo no se vuelve permanente
Prometo traerte con la brisa
Nuevas caricias.
Si las sábanas hablasen
Tan solo escusarían
El desayuno en la cama.
Describirían las caricias
De la piel y los tejidos tersos
Del perfume y de los besos.
Pinturas mezcladas en cada cuadro
Como nuestros cuerpos entrelazados
Serían los colores cálidos del deseo
Si los espejos te revelaran sus secretos.
Una y otra vez me hundiría en tus gemidos
De la respiración profunda
Al tren de tus vahídos
Y vuelta a empezar.
Mi víbora lengua, espiaría cada rincón
Y las manos que no juegan al azar
Sujetarían tus caderas infinitas
Y tus rodillas junto a las mías.
Enrocado sobre ti una larga palabra
A lo largo de tu espalda
Y los dedos desde el cuello al trasero
Un azote
Te volvería el deseo.
Si el éxtasis continuo no se vuelve permanente
Prometo traerte con la brisa
Nuevas caricias.
Si las sábanas hablasen
Tan solo escusarían
El desayuno en la cama.
Comentarios
Publicar un comentario