La Luna de Tartessos

I El barco en el que navego Por el mar de tus pensamientos Esta encerrado en una botella de cristal   Con las velas replegadas Así quedó encerrado Mientras siento como me observas Desde el otro lado   Con tus manos en tus mejillas Absorta con el devenir de las olas Y mi lucha hora tras hora Atando cabos a solas   El barco en el que navego Tiene velas de papel cuché Y el cristal, azul cielo, Que cambia el matiz con la luz De nuestro satélite Así me cantó Así lo escuché. II A punto de la perdida de consciencia Surgen las palabras mas bellas Los deseos mas puros Instintos Tres razones, lecciones del alma Luchando con la leyenda Sin estar seguros Elegidos Luna menguante, Luna creciente Lena llena, Luna asiente Luna vuelve Luna Mi Luna Tu Luna En el claro, sobre la Duna Cántame tu nana Dime de una vez a quien amas Y dile a este pobre loco Que muera mañana Sobre estas palabras Pero hoy Seré yo Príncipe El color de magia L...

La inmensidad del universo en constante expansión no es suficiente para que la luz de tu sonrisa se desvanezca en el tiempo y el espacio es dimensión acotada para encerrar el amor de tu corazón eterno. No hay ninguna palabra que encierre este sentimiento, que para poder celebrar tu nacimiento doy cada segundo de mi tiempo impreso en cada uno de los te quiero. Eres el principio y fin, el amanecer de mis tres tesoros.

Si de Erytheia, la arena blanca, pescado blanco, luz blanca. Si de la isla, remota isla, de aquí mismo, de otro tiempo. Si ya no estás a mi lado, conmigo te llevo. Lu-Na     de  PAN El hastío hace mella poco a poco, consumiendo recuerdos y vivencias. No podría vivir sin su reflejo o, tal vez, no sería yo mismo. No se si somos quienes para andar jugando bajo el intenso dolor de la angustia o, peor aún, bajo la gracia y la felicidad de su libertad. Nadie impuso reglas hasta que nuestra propia desdicha, nuestra envidia, la fealdad de un interior alquitranado penetró con leyes y escrituras en la tierra, con vestimentas inútiles en verano y escasas, bajo el manto del frío invierno. Lu-Ru    de PAN Y seguiremos, probablemente, degradando la simetría, belleza del universo. No mataremos al mensajero, le haremos sufrir con motivos. Le dejaremos tuerto hasta que no veamos la mitad de su abrazo sincero. Y al toro con un solo cuerno, le mentiremos, nos m...

Si abro el periódico, cualquiera de ellos, ya desde su portada me enfrento a la guerra dialéctica sin más armas que mi lectura entre líneas. La batalla arrecia si cometes la estupidez de comparar, como vienen siendo mis malos hábitos desde hace ya mucho tiempo, entre varias editoriales sin nombres ni apellidos. Ya no quedan periodistas de los de antes, de pluma fina, de carácter, de belleza y sobre todo de la imparcialidad. Ahora se compran las noticias hechas a medida. Nos entretenemos entre rescates y ayudas, desmentidos y mentidos, verdades a medias de unos y mentiras manifiestas de los otros. Y aún así sigo leyendo, debo tener alma masoquista. Si hace muy pocos años estábamos en la liga champiñón, hoy no queda nada. Si hace ni un año, ajustándonos el cinturón saldríamos adelante, hoy mientras ese cinturón nos deja sin respiración, amablemente nos recortan los pantalones para dejarlos, sutilmente, caer al suelo. Y nosotros, por supuesto, nos inclinaremos para recoger...

Ser lunático, que reza a deshoras con la mirada al cielo sin un atisbo de arrepentimiento ni pizca de miedo. Lunático, que desnuda el semblante de un atónito cuerpo para entregar un silencio y pedir deseos. Un loco que masturba estrellas y sodomiza sueños, que solo pide Luna, lunae, lunático enfermo. Y no le importa que le llamen le olviden o le borren del tiempo. Sí, LunátiKo soy. LunátiKo muero. imagen: pAn

Un silencio atronador, una tensa calma, ¿el placentero dolor? Una puta beata Un idiota, el más listo de la clase, se beben la carne se huelen el color de la piel. Una madre adolescente, vieja de vuelta, con pies alados y sexo por compasión. Un silencio atronador de la impoluta suciedad, ni un solo lienzo con sentido tatuado sobre la vergüenza del destino. No hay más contradicciones.