13 de Junio de 2012.
Si abro el periódico, cualquiera de ellos, ya desde su portada me enfrento a la guerra dialéctica sin más armas que mi lectura entre líneas.
La batalla arrecia si cometes la estupidez de comparar, como vienen siendo mis malos hábitos desde hace ya mucho tiempo, entre varias editoriales sin nombres ni apellidos. Ya no quedan periodistas de los de antes, de pluma fina, de carácter, de belleza y sobre todo de la imparcialidad. Ahora se compran las noticias hechas a medida.
Nos entretenemos entre rescates y ayudas, desmentidos y mentidos, verdades a medias de unos y mentiras manifiestas de los otros. Y aún así sigo leyendo, debo tener alma masoquista.
Si hace muy pocos años estábamos en la liga champiñón, hoy no queda nada. Si hace ni un año, ajustándonos el cinturón saldríamos adelante, hoy mientras ese cinturón nos deja sin respiración, amablemente nos recortan los pantalones para dejarlos, sutilmente, caer al suelo. Y nosotros, por supuesto, nos inclinaremos para recogerlos.
Sigo ensimismado viendo, horrorizado, una imagen gigante proyectada sobre el peñón, y es que los ingleses, hipócritas por naturaleza, además tienen mal gusto, muy malo. Nunca han apostado por Europa, les va el doble juego; ahora usa, ahora no. Euro-peos.
Y en Siria siguen muriendo, y en Etiopia, y en Sudán, y sudan por echarse algo a la boca. África no está enferma, aún tiene motivos sinceros para luchar.
El diésel causa cáncer, ¿y que no?
Y mientras seguimos buscando a nuestros hijos, a sus hijos, sin importarnos el humo que haya que tragar. Pero no aparecen.
Qué más me dan los ERES, los estares y los vaivenes. Si la iglesia paga, o las sedes con academias, si cada día se me atraganta la dichosa palabra Gürtel (debe ser Klingon por lo menos). Qué más da que hayan corruptos sueltos en cada administración, hasta la justicia ya toma prestado, o que tengamos la densidad más alta de iglesias, bares y políticos de la zona. 17 autonomías, pseduo-federal, un estado consumido en la peor organización del trabajo... que más da.
Pero que no nos falte el circo; en coche, sobre tierra batida o en la hierba, la sangre moja pero no se nota. Los niños aprenden con la caja tonta y si se hieren, el corazón o el cerebro, el doctor Casita nos curará, no se le ocurra pisar el ambulatorio o el hospital. Ahora tendrán zona azul ¡Aparquen al "muntonet"! que más da.
Que no tengo ni idea de economía no es ningún secreto, como el 90 % de la población.
¡Pero no somos estúpidos maldita sea! ¿Cómo que es hora de mirar hacia delante?¿Es qué alguna vez no lo hicimos?¿A dónde coño estaban mirando entonces?
Pero no se equivoquen, que no se puede dejar hundir un banco, bien. Pero que todos debemos pagar, TODOS. Y desde 2008 todos los que hayan estado en cualquier consejo de administración de cualquiera de ellos deben pagar con la inhabilitación o incluso con la cárcel si hubiese premeditación. La gente pierde sus trabajos y sin trabajo, sus casas, sus vidas, y solo hacen lo único que saben; salir a la calle, los mineros, los enfermeros, los profesores. Y seguimos sin darnos cuenta que al fin y al cabo somos todos los que perdemos la dignidad, mientras otros se la guardan a buen recaudo en Suiza.
13 de Junio de 2012. Aún no ha salido el Sol y aquí encerrado ni siquiera veo la Luna.
La batalla arrecia si cometes la estupidez de comparar, como vienen siendo mis malos hábitos desde hace ya mucho tiempo, entre varias editoriales sin nombres ni apellidos. Ya no quedan periodistas de los de antes, de pluma fina, de carácter, de belleza y sobre todo de la imparcialidad. Ahora se compran las noticias hechas a medida.
Nos entretenemos entre rescates y ayudas, desmentidos y mentidos, verdades a medias de unos y mentiras manifiestas de los otros. Y aún así sigo leyendo, debo tener alma masoquista.
Si hace muy pocos años estábamos en la liga champiñón, hoy no queda nada. Si hace ni un año, ajustándonos el cinturón saldríamos adelante, hoy mientras ese cinturón nos deja sin respiración, amablemente nos recortan los pantalones para dejarlos, sutilmente, caer al suelo. Y nosotros, por supuesto, nos inclinaremos para recogerlos.
Sigo ensimismado viendo, horrorizado, una imagen gigante proyectada sobre el peñón, y es que los ingleses, hipócritas por naturaleza, además tienen mal gusto, muy malo. Nunca han apostado por Europa, les va el doble juego; ahora usa, ahora no. Euro-peos.
Y en Siria siguen muriendo, y en Etiopia, y en Sudán, y sudan por echarse algo a la boca. África no está enferma, aún tiene motivos sinceros para luchar.
El diésel causa cáncer, ¿y que no?
Y mientras seguimos buscando a nuestros hijos, a sus hijos, sin importarnos el humo que haya que tragar. Pero no aparecen.
Qué más me dan los ERES, los estares y los vaivenes. Si la iglesia paga, o las sedes con academias, si cada día se me atraganta la dichosa palabra Gürtel (debe ser Klingon por lo menos). Qué más da que hayan corruptos sueltos en cada administración, hasta la justicia ya toma prestado, o que tengamos la densidad más alta de iglesias, bares y políticos de la zona. 17 autonomías, pseduo-federal, un estado consumido en la peor organización del trabajo... que más da.
Pero que no nos falte el circo; en coche, sobre tierra batida o en la hierba, la sangre moja pero no se nota. Los niños aprenden con la caja tonta y si se hieren, el corazón o el cerebro, el doctor Casita nos curará, no se le ocurra pisar el ambulatorio o el hospital. Ahora tendrán zona azul ¡Aparquen al "muntonet"! que más da.
Que no tengo ni idea de economía no es ningún secreto, como el 90 % de la población.
¡Pero no somos estúpidos maldita sea! ¿Cómo que es hora de mirar hacia delante?¿Es qué alguna vez no lo hicimos?¿A dónde coño estaban mirando entonces?
Pero no se equivoquen, que no se puede dejar hundir un banco, bien. Pero que todos debemos pagar, TODOS. Y desde 2008 todos los que hayan estado en cualquier consejo de administración de cualquiera de ellos deben pagar con la inhabilitación o incluso con la cárcel si hubiese premeditación. La gente pierde sus trabajos y sin trabajo, sus casas, sus vidas, y solo hacen lo único que saben; salir a la calle, los mineros, los enfermeros, los profesores. Y seguimos sin darnos cuenta que al fin y al cabo somos todos los que perdemos la dignidad, mientras otros se la guardan a buen recaudo en Suiza.
13 de Junio de 2012. Aún no ha salido el Sol y aquí encerrado ni siquiera veo la Luna.
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