Afortunado
Que afortunado aquel que duerme con sus pecados que no intenta sanar sus heridas que se desangra con cada palabra mal dicha. Afortunado aquel que aprende y muere por sus aciertos y por sus errores vive que desprecia lo que no le sirve. Aquel que no tiembla por sufrir que se sume en su propia desgracia y ama cada marca, cada dolor y a cada uno tiñe con un color. Intento ser cada día aquel y no temer el paso del tiempo y no crecer y no perecer y no sucumbir al desánimo de una vida sin sorpresas ni desencantos a pensar que el resto de los momentos son paisajes de cada estación y que esta nave sin frenos me sigue llevando a través del espacio que expande tus recuerdos trazados con pincel.