Afortunado

Que afortunado aquel
que duerme con sus pecados
que no intenta sanar sus heridas
que se desangra con cada palabra mal dicha.

Afortunado aquel que aprende
y muere por sus aciertos
y  por sus errores vive
que desprecia lo que no le sirve.

Aquel que no tiembla por sufrir
que se sume en su propia desgracia
y ama cada marca, cada dolor
y a cada uno tiñe con un color.

Intento ser cada día aquel
y no temer el paso del tiempo
y no crecer
y no perecer
y no sucumbir al desánimo
de una vida sin sorpresas
ni desencantos
a pensar que el resto de los momentos
son paisajes de cada estación
y que esta nave sin frenos
me sigue llevando a través del espacio
que expande tus recuerdos trazados con pincel.

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