La Luna, el Mar...

No hay principio que se precie que no comience por un "Érase una vez...", pero ésto no pretende ser un cuento, ni una novela quijotesca pues no hay "lugar de cuyo nombre no quiera acordarme", más bien si me lo premiten, quisiera que fuera una fantasía, por fascículos, por entradas de un diario de abordo...


No es un principio
ni siquiera un fin
es solo que no sé estar callado.

Son las brumas del amanecer
quienes se la llevan
a otro sitio fuera de la memoria
a otro tiempo
cuando reinaban reyes de tres cuerpos
cuando decían que las flechas aún herían,
no saben cuanto daño hacen todos los días
heridas que no tienen cura
ni quieren tenerla
pues son las lágrimas de la Luna
y cada una de sus sonrisas.

No hay principio ni final
solo sé cantarte todas las noches.
No es un principio,
ni siquiera un final,
solo que no me puedo callar...


Mi particular Luna
la Luna de Tartessos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No me dejes pensar.

Dos dimensiones: espacio

13 Lunas